¿Es cierto que la información útil sobre nuestras personalidades o vidas puede ser analizada a través de un estudio de nuestra escritura?
Algunos se refieren a ella como una ciencia y toman importantes decisiones de negocios, de vida o legales basadas en ella; otros la consideran una pseudociencia. Veamos lo que la luz de la ciencia revelará cuando la hagamos brillar sobre cómo aprender grafología.
Las notas escritas a mano pueden llevar un registro de tus tareas diarias o tus listas de gratitud, pero la manera en que formas y das espacios entre las letras también puede revelar mucho acerca de quién eres, al menos según la grafología o el análisis de la escritura.
Lo primero que hay que entender es que hay tres tipos básicos de análisis de la escritura, y es crucial tener claro de cuál de ellos estamos hablando hoy en día.
► El primero se utiliza en la profesión médica, generalmente en neurología, para ayudar a diagnosticar condiciones como la enfermedad de Parkinson en las que la función motora se ve afectada y las habilidades finas como la escritura se degradan. Esto es perfectamente legítimo como ayuda para el diagnóstico en algunos casos.
► El segundo tipo es el análisis forense de documentos, también conocido como grafonomía, que busca establecer la autenticidad de los documentos o autógrafos.
Esto puede incluir no sólo el análisis químico del papel y la tinta, sino que a menudo se reduce a comparar ciertas métricas de la escritura entre una muestra conocida y una muestra de prueba para ver si fueron escritas por la misma persona.
Es importante señalar que un grafólogo nunca llegaría a una conclusión sobre la personalidad del escritor; ya que eso es puramente el ámbito del tercer tipo de análisis de la escritura, que encuentras al aprender grafología.
► La grafología es la práctica de determinar los rasgos de personalidad, habilidades, aptitudes o incluso fortunas, a través del estudio de la escritura de un individuo.
Veamos una breve historia
Las ideas relacionadas con la grafología han existido por siglos y tal vez más tiempo, pero fue sólo en 1871 cuando el arqueólogo francés y ex sacerdote Jean-Hippolyte Michon acuñó el término y publicó la primera descripción formal.
El libro fue Le Journal de l’Autographe (El Diario del Autógrafo), y la grafología ha permanecido popular en Francia desde entonces, donde es generalmente considerada como una ciencia sólida.
Pero su amplia introducción al resto del mundo tuvo una fuente sorprendente, un grupo alemán llamado el Círculo Cósmico de Munich, activo alrededor de 1900.
Un dicho popular al aprender grafología es que “La escritura a mano es en realidad escritura cerebral”, lo que tiene cierto sentido; los movimientos de la mano están obviamente controlados por el cerebro, y el cerebro es donde residen las características de la personalidad.
Estos análisis de la escritura se han examinado más detenidamente a medida que ha ido adquiriendo mayor importancia en los negocios y en los tribunales, especialmente en Francia e Israel.
De hecho, las encuestas han revelado que entre el 70 y el 91% de las empresas de Francia utilizan alguna forma de análisis de la escritura en las decisiones de contratación, y unas 5.000 empresas lo hacen en los Estados Unidos.